Sin duda alguna, el internet y las plataformas tecnológicas llegaron para cambiar el paradigma del mundo, incluyendo los negocios y emprendimientos. 

Estos últimos pasaron a ser más digitales y al alcance de muchos si se aprovechan correctamente estas herramientas. A este tipo de negocios propios se les conoce ahora como Startups. 

Este modelo de negocio utiliza las nuevas tecnologías como cimiento para dar marcha a sus operaciones y estrategias. 

Dentro de sus principales ventajas están:

Innovación: Todo su modelo se basa en la constante innovación tecnológica, por lo que el producto se puede rediseñar y mejorar constantemente. 

Alcance: Suelen direccionar su enfoque y target a un sector más amplio a nivel geográfico y de cantidad, convirtiéndose en empresas globales a futuro.

Escalabilidad: Tienen como objetivo aumentar el volumen de sus ingresos en periodos de tiempo muy cortos y sin aumentar sus gastos, aprovechando las bases tecnológicas. 

Financiamiento: Priorizan la inversión de terceros por medio de publicidad en sus plataformas, patrocinios, convenios y gestiones empresariales.

Diferencia entre una Pyme y una Startup

Comencemos por la idea de negocio. El objetivo de cualquier microempresa es entregar un producto o servicio satisfactorio para sus clientes, mientras que las startups resuelven, mediante la tecnología, una necesidad de la sociedad, haciéndoles el uso de su servicio fácil mediante una forma creativa. 

Además, las pequeñas y medianas empresas ingresan a la industria luego de que sus creadores invierten su propio dinero para ponerla en marcha y deben centrar sus esfuerzos en esperar a obtener réditos.

Todo lo contrario a este nuevo modelo, quien ingresa al mercado para buscar dinero de financiamiento utilizando tecnologías digitales.

Dentro de los casos de éxito de Startups que hoy lideran sus industrias a nivel mundial, destacan las plataformas de servicio Uber y Glovo, además de compañías como Netflix, Google, Apple y Airbnb, entre las más destacadas.