En los últimos meses la economía general ha tenido grandes cambios, lo cual ha generado el aumento de las comidas, los productos y hasta los servicios básicos, por ejemplo, el recibo de energía.
Por esta razón, te mostraremos los principales errores que cometemos en el consumo de energía y cómo mejorar tus acciones para ahorrar:


– Utilizar bombillos tradicionales
¡Pásate a LED! Este tipo de bombillos consume entre seis y siete veces menos que uno tradicional. El ahorro total de energía en una casa con este tipo de iluminación puede ser del 80 %.

– Tener electrodomésticos en mal estado

Los grandes electrodomésticos que más consumen en una vivienda son el refrigerador, la lavadora, el lavavajillas, la secadora y el horno. Ten en cuenta que si alguno falla o está en mal estado, como el caso de las neveras que tienen deteriorado el congelador, o la cocina con horno eléctrico en el que uno de los dos no funciona, consumirá probablemente mucho más energía de lo normal.

Además, si vas a cambiar estos productos de línea blanca, tenés que tomar en cuenta en los modelos en favor del ahorro de energía, así podrás ayudar a los impactos ambientales y a tu bolsillo.


– Tomar duchas largas
En los hogares el agua caliente es el principal factor en el consumo de energía, después de la calefacción y el aire acondicionado. Por esta razón, bañarse en poco tiempo podría ayudarte muchísimo en el ahorro de tu recibo. 

– Mantener los aparatos electrónicos conectados 

Inicialmente creíamos que no afectan pero al final siempre se ve reflejado en la factura cuando se dejan enchufados los aparatos eléctricos que no utilizamos.
Los electrodomésticos conectados a la corriente eléctrica pueden usar hasta un 10 % del consumo normal en funcionamiento.

– Uso de la lavadora y secadora

Tratá de lavar tu ropa con la lavadora al máximo, así reducirás la cantidad de veces que la utilicés por semana y también reducirás el desperdicio de agua.

Siempre que podás, tender la ropa será más económico que usar la secadora. Si no tenés más opción, intentá que la ropa esté lo más seca posible antes de empezar, además hacé un centrifugado a muchas revoluciones en la lavadora, ya que el centrifugado consume muy poca energía y la secadora tendrá que realizar menos esfuerzo.

Ahora que ya sabés cómo reducir tu gasto de energía, empezá a realizar estos consejos y contanos en un mes si lograste ver una mejora en tu recibo.