La selección española celebra la obtención de la Copa del Mundo sub-20. Foto tomada del Facebook de FIFA Women’s World Cup.
El conjunto europeo jugó uno de sus mejores partidos en la final y superó tres goles por uno a su similar de Japón; llevándose el título de forma invicta, con la mayor cantidad de goles anotados y la mejor defensa.
La final no fue la excepción, las españolas jugaron el encuentro con mayor intensidad y golpeó desde el minuto 12 , en una buena jugada que definiría su nueve, Inma Gabarro y que inició el camino hacia el título.
Posteriormente en el minuto 22, la jugadora Salma Paralluelo realizaría una gran definición ante un pase exquisito entre líneas desde la defensa, logrando dejar tendida a la zaga japonesa y dando un paso más para definir el partido.
Tan solo cinco minutos después, el asedio del combinado europeo fue tal que la defensora Ishikawa cometió una mano dentro de su propia área, otorgando una pena máxima para la selección española, la cual fue muy bien ejecutada por Paralluelo, para concretar su doblete en el partido y prácticamente, liquidar el encuentro.
Para el cierre de la primera parte, las niponas buscarían descontar en el marcador y tuvieron algunas jugadas de peligro, donde la arquera y, un poco de suerte, estuvo del lado de España para mantener el cero en el arco.
Sin embargo, el segundo tiempo iniciaría con la sorpresa del gol de Suzu Amano: una jugada planificada que daría un nuevo aire a las japonesas y un cambio en el cierre del encuentro.
Toda la segunda parte Japón no pasó de intentos. España controló a placer y no dejó que se diera mayor peligro en su arco, demostrando por qué fue la selección menos vencida, con tan solo tres tantos.
Al finalizar el torneo, el conjunto español se llevaría más condecoraciones con varios galardones individuales. Inma Gabarro fue la bota de oro y balón de plata, así como su portera Txell Front.
Por su parte, la selección japonesa, justa finalista, sorprendería con tres galardones también: balón de oro y bota de plata para Maika Hamano y bota de bronce para Yuzuki Yamamoto; demostrando el buen torneo que hicieron y quedando solo el balón de bronce para una jugadora fuera de estas dos selecciones, el cual se le otorgó a la brasileña Tarciane.
El campeonato mundial realizado en Costa Rica fue un éxito, con una selección campeona que fue la mejor de principio a fin, con grandes partidos y muchas promesas que tienen un gran futuro para el fútbol femenino.
Elaborada por: Emanuel Hidalgo.
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