Hoy , la mayoría de los infantes suelen tener a mano diferentes dispositivos móviles, tanto para divertirse como para entretenerse un poco mientras los padres realizan algunas ocupaciones. Sin embargo, no es la mejor decisión para el desarrollo de los niños.

Si bien es cierto, esto puede ser una gran ayuda, el descuido tanto de papás como cuidadores puede generar problemas en el futuro. Por ello, la Academia Americana de Pediatría hace énfasis en ayudar a los niños a fomentar los buenos hábitos para el uso de la variedad de dispositivos.

La entidad internacional incentiva a crear un plan para la familia que tenga en cuenta las necesidades de salud, educación y entretenimiento de cada niño, con el cuidado de velar por lo que consumen en su día a día.

Y es que así como la tecnología contribuye al entretenimiento de los menores,también hay personas adultas que se aprovechan de los descuidos de los padres para obtener datos sensibles, que en algunas ocasiones terminan con finales lamentables.
Por esta razón, se recomiendan edades para el uso de dispositivos y usar controles digitales para un mayor cuidado del contenido que consumen.

La  Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños menores de dos años no deben ver la televisión, ni jugar con pantallas y los de cinco años lo utilicen  máximo una hora al día.

Por su parte, la entidad hace un llamado para que los niños hagan mayor ejercicio, ya que los últimos estudios revelan resultados muy preocupantes en los infantes que tienen sobrepeso en el mundo.

Según las cifras que se recopilaron,  40 millones de niños menores de cinco años (un 5,9% del total) en el mundo tienen sobrepeso.

Ante esta problemática, se atribuye un gran beneficio el pasar el menor tiempo posible viendo la televisión o jugando videojuegos, ya que gracias a esto se da una “reducción de adiposidad (grasa), un mejor desarrollo motor, cognitivo y salud psicosocial, según los estudios realizados por la OMS.

También es muy importante que los papás o cuidadores de los pequeños transformen el tiempo sedentario en un espacio de calidad, el leer un libro por ejemplo, les puede ayudar a desarrollar sus habilidades de lenguaje.
Las ocupaciones diarias muchas veces nos envuelven y no podemos detener el ritmo, por ello, debemos hacer un alto para el  beneficio de nuestros hijos y la familia, así educaremos a las nuevas generaciones para un mejor futuro.