Al empezar a desarrollar una idea de negocio, debemos entender muy bien lo que deseamos realizar y qué tipo de necesidades podemos llegar a tener. Asimismo, es importante definir si queremos empezar con un emprendimiento o si en realidad es una Mipyme, por sus características.
La principal diferencia radica en su enfoque y tamaño, lo cual nos da un panorama de lo que debemos invertir y cuánto se necesita para hacerlo una realidad, así como los objetivos e innovación que debe tenerse para alcanzar, según el proyecto.
Pero para que entendás mejor los objetivos principales de ambos, te citaremos algunos ejemplos prácticos de ambos modelos.
Mipyme: Una tienda local de ropa. Apunta a vender productos a su comunidad inmediata y su crecimiento se da de forma orgánica a medida que ganan más clientes, aumentan sus ventas y pueden expandir su local, así como una mayor cantidad de artículos.
Emprendimiento: Entrenador físico a domicilio. Su principal objetivo es brindar una experiencia personalizada y nueva, con mayor comodidad para sus usuarios. En este caso, al ofrecer servicios personalizados de alta calidad y utilizar estrategias efectivas de marketing para mayor cantidad de clientes, paulatinamente crecerán sus ganancias.
Mipyme: Una pequeña empresa de catering. Se enfoca en ofrecer servicios de comida a eventos locales y crecer si se da de forma gradual y sostenible en el momento que obtenga más clientes y refuerce su reputación.
Emprendimiento: Una vendedora de accesorios en línea. Desea vender una nueva experiencia en la adquisición del producto, así como un artículo que no encontrás comúnmente en un centro comercial. Además, si puede mantener costos bajos, precios de venta razonables y un buen marketing, puede generar márgenes de ganancia saludable, según el mercado objetivo y así lograr el éxito a largo plazo.
Mipyme: Una pequeña panadería familiar. Se desarrolla en la venta de productos locales y su crecimiento va de forma natural según la calidad. Conforme ganan más clientes, podrán expandir su oferta de productos y servicios y evolucionar la una panadería y cafetería.
Como vemos, ambos buscan generar ingresos pero con objetivos diferentes, las Mipyme se centran en la venta de productos o servicios a su comunidad inmediata, mientras que los emprendimientos buscan desarrollar soluciones innovadoras y escalables para resolver problemas en el mercado asumiendo riesgos financieros, organizativos y personales, con el objetivo de obtener ganancias.
Una Mipyme tiene una estructura organizativa más formal y consolidada que un emprendimiento; tienen empleados, un plan de negocios, una estrategia comercial y un modelo de gestión establecido. Además, suelen tener una presencia más establecida en el mercado y pueden estar en funcionamiento durante años.
Por otro lado, un emprendimiento es un proyecto de negocio que está en una etapa más temprana de desarrollo y no siempre tiene una estructura organizativa formal. Suelen ser iniciativas innovadoras y creativas que buscan aprovechar una oportunidad en el mercado, en una etapa de prueba y error que todavía no han alcanzado la rentabilidad.
Esperamos que esta información sea de mucha utilidad en los procesos de nuevos negocios y que siempre se mantenga el optimismo del cumplimiento de sueños, sea con una Mipyme o con un emprendimiento.