No toda gran empresa comienza con un gran capital de inversión, algunas han sido simplemente la suma entre una gran idea, un ahorro personal e ingresos propios para ponerla en marcha.
A este método de emprendimiento se le conoce como Bootstrapping y, aunque no lo creas, lo han implementado grandes marcas que hoy dominan sus respectivas industrias a nivel mundial. La principal particularidad de esta idea de negocio es que no comienza con una financiación externa.
Dentro de sus principales ventajas están el autocontrol del negocio en temas financieros, logísticos y de rentabilidad, además de un gran aprendizaje.
Otro de los aspectos que los emprendedores tienen a favor es la creatividad. ¿Por qué? Al tener un 100% de autonomía en su negocio, pueden buscar siempre la forma más ingeniosa de crear un producto o, mejor aún, perfeccionar el que ya tienen, tomando una considerable ventaja sobre la competencia.
Sin embargo, también existen peligros obvios como un bajo margen financiero, recursos limitados, crecimiento paulatino y riesgo de quiebra. En este momento es cuando esa autonomía se vuelve peligrosa, tomando en cuenta que toda idea de negocio basa el secreto de su éxito en una buena financiación.
Al no contar con condiciones óptimas, estas pueden ser percibidas por los clientes y proveedores como una mala imagen del negocio y un producto o servicio deficiente.
Con sus pros y contras, el Bootstrapping es un modelo de negocio válido y los casos de éxito lo respaldan. Grandes marcas como Apple, Meta y GoPro, iniciaron de esta manera.
Steve Jobs y Steve Wozniak crearon el prototipo de Apple en el garaje de la casa de Steve. Para financiar su proyecto ambos se desprendieron de bienes valiosos como el automóvil y la calculadora, respectivamente.
Mark Zuckerberg programó una página web llamada Facemash (conocida actualmente como Facebook), desde su habitación del campus de la Universidad de Harvard
Todo comenzó por su gran pasión: El Surf. Nick Woodman no encontró una cámara de calidad para tomarse fotos mientras practicaba este deporte, por lo que decidió construir su propia cámara analógica deportiva de 35mm.
Estos son algunos ejemplos de éxito, aunque es importante mencionar que existen muchos otros emprendimientos poco conocidos que han tomado fuerza gracias a esta alternativa.