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Existen dos alternativas  antes de comprar un bien como una casa o vehículo, tomar unas vacaciones, viajar o iniciar un nuevo proyecto: ahorrar durante cierto  tiempo o solicitar un crédito; pues ya no existen las facilidades que habían tiempo atrás.

Ahora bien, es importante tener en cuenta ciertos aspectos, antes de tomar una decisión como esta. Así como lo cita Javier Adelfang, economista y consultor, primero hay que analizar las circunstancias del momento y no cerrar ninguna opción.

“Lo preferible es ahorrar, sin embargo, no siempre se puede realizar esta buena práctica o por lo menos no en el tiempo que uno lo necesita. Ahí es donde aparece el crédito y te puede ayudar según tu situación”, citó Adelfang.

Para el economista, antes de elegir el camino a seguir en esta materia, hay que evaluar una serie de pros y contras para  tomar la mejor decisión,  de acuerdo con  las necesidades que tengamos.

Aquí te mostraremos algunos aspectos a destacar, que podés tomar en cuenta para optar por el ahorro o un crédito.

Pros y contras del Ahorro 
Pros Contra
– No tenés que adquirir una deuda. – Vas a tardar más tiempo para lograr el  objetivo que buscás.
– Mayor flexibilidad para reunir el dinero pensado (no importa si un mes no ahorrás, solo te retrasás en tu objetivo). – Podría verse afectado por situaciones imprevistas en las que necesitás bastante dinero.
– No ponés en riesgo ningún bien tuyo o de tu familia. – No podés adquirir un bien muy costoso (casa o vehículo).
– Tenés dinero a disposición para alguna necesidad urgente o eventualidad. – Un robo tanto físico como virtual, podría dejarte sin fondos, si no tenés algún seguro o cuidado especial con ese dinero.

Ahora bien, si analizamos el crédito, estas serían sus características principales.

Pros y contras del Crédito
Pros Contra
– Obtenés de forma inmediata dinero o un bien que necesités. – Tenés una obligación con alguna entidad.
– Tenés diferentes opciones de préstamos según tus necesidades. – Debés realizar el pago exacto cada mes, o los intereses pueden ser más altos.
– Si lo hacés parte de tus pagos, podés ordenar tu economía y no sentir el peso como con otros servicios que ya utilizás. – Adquirir nuevas deudas para tratar de salir de otras por algún retraso, ante un imprevisto de dinero.
– Puede darte la opción de créditos grandes, si pagás a tiempo tus préstamos. – Perder algún bien o manchar tu crédito, por adquirir una deuda fuera de tus capacidades de pago.

Sin lugar a dudas, ambos caminos pueden ser positivos o negativos dependiendo de la realidad que vivimos, y como menciona Adelfang, antes de tomar la decisión de un crédito hay que pensar con la mente fría.

Ahora que ya tenés una mejor perspectiva, antes de solicitar un crédito o empezar a ahorrar, recordá todo esto Así Tal Cual te lo explicamos y elegí con cuidado el camino a seguir para tu futuro.

Elaborada por: Emanuel Hidalgo